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Entierros exprés evidencian ascenso de curva de contagios de Covid-19 en Nicaragua
Régimen
“disfraza” epidemia como neumonías “atípicas” o “graves”,
mientras los ataúdes no dejan de salir de los hospitales hacia los
panteones. Personal sanitario alarmado por desborde de casos
sintomáticos y alto riesgo de contagio
Por
Cinco
Los
sepultureros de los cementerios de Managua, Chinandega y Boaco han
presenciado en las últimas dos semanas una nueva modalidad de
entierros. Sepelios nocturnos que son realizados con rapidez por
funcionarios del Minsa, quienes parecen astronautas debido a los
trajes especiales que usan. Aunque las personas no fallecieron
oficialmente por Coronavirus, el tratamiento de los entierros se ciñe
al protocolo diseñado por el Ministerio de Salud (Minsa) para el
Covid-19. Han sido decenas de “entierros exprés” que han
dinamitado en la ciudadanía las dudas sobre el aumento de muertes a
causa del virus, pero que el gobierno de Daniel Ortega “disfraza”
con casos de “neumonías atípicas”, según expertos.
La
mayoría de los familiares de los fallecidos se han quejado de que el
Minsa notifica sobre las defunciones cuando ya han enterrado los
cadáveres. La mayoría de los sepelios ocurren en la oscuridad: de
noche o de madrugada, casi en clandestino. Un secretismo que atiza
más las dudas sobre la verdadera causa de las muertes.
Por
ejemplo, la familia de Vladimir Rodríguez fue notificada de la
defunción de su hermano, Elder Rodríguez Gaitán, este lunes 11 de
mayo. Aunque este trabajador del Aeropuerto Internacional de Managua
de 44 años fue internado con claros problemas respiratorios, al
final los médicos del hospital Carlos Roberto Huembes consignaron su
deceso como “diabetes”.
Las
familias que han perdido seres queridos en las dos últimas semanas,
debido a problemas respiratorios, han denunciado que las principales
causas de muerte aducidas por el Minsa son neumonías “atípicas”
o “graves”. De acuerdo con epidemiólogos, esta nueva oleada de
“entierros exprés” (como ha sido llamada por la ciudadanía)
coincide con el inicio del “ascenso rápido de la curva” del
Covid-19. No obstante, el gobierno Ortega-Murillo insiste que la
epidemia no ha evolucionado a la fase de contagio comunitario.
Pero
la realidad epidemiológica contradice el discurso oficial. Empezando
por los “entierros exprés”, hasta la situación en los
hospitales públicos y privados. Los centros hospitalarios que han
habilitados salas para atender los casos de Covid-19 están a tope de
su capacidad. Fuentes del Sistema Local de Atención Integral En
Salud (Silais-Managua) relatan que el hospital más constipado de
casos es el Alemán Nicaragüense. Ese centro aloja más de 100 casos
de pacientes con cuadros clínicos y radiológicos de Coronavirus,
quienes se encuentran en la sala de cuidados intermedios. Mientras
que otras 20 personas están en sala de cuidados críticos conectados
a ventiladores.
En
el Hospital Bautista hay 33 casos de personas con síntomas de
Covid-19, y desde el jueves siete de mayo han fallecido cinco
personas, pero que no han sido admitidos en la estadística oficial
del gobierno. Muertos asociados a complicaciones respiratorias hay
por doquier: en Chinandega, uno de los principales focos de contagio
en el país, se registraron seis muertes este 11 de mayo. En el
hospital privado Vivian Pellas hay 22 casos sintomáticos, y 4
fallecidos en los últimos siete días. Mientras que en el hospital
Lenín Fonseca, la Emergencia ha dejado de funcionar para convertirse
en una “sala de respiratorios”.
Los
expertos lamentan que el Minsa no realice suficientes pruebas para
determinar la verdadera dimensión del Covid-19 en Nicaragua. La
situación empeora porque un gran porcentaje de las pruebas
realizadas dan como resultado “indeterminado”, originando
subregistro. El neumólogo Jorge Iván Miranda ha atendido a
pacientes positivos de Covid-19 y sintomáticos, y advierte que el
gobierno puede “esconder la curva de contagios, pero no los
muertos”.
La
afirmación del médico es corroborada por los ataúdes que salen de
los hospitales hacia los cementerios, cada vez con mayor frecuencia,
en especial del hospital España en Chinandega, y el Alemán
Nicaragüense en Managua.
Más
de 500 médicos han alertado que el personal de la salud se está
contagiando, al estar en la primera línea de contención de la
epidemia. Sin embargo, la respuesta del gobierno —en boca de la
vicepresidenta Rosario Murillo— ha sido descalificar a los expertos
como “cerebros deformes”.
Minsa
reconoce indirectamente muertes
Sin
embargo, ante el empeoramiento de la epidemia, el Minsa rompió el
silencio este martes, luego de más de una semana de no brindar
comunicados sobre el Coronavirus. La autoridad reconoció un pequeño
aumento en los casos positivos de Covid-19, para un total de 25
contagios en todo el país. Al mismo tiempo, elevaron el dato de
muertos por coronavirus a ocho.
Aunque
el Minsa no reconoció que las personas enterradas de forma “exprés”
murieron por coronavirus, sí mencionó la existencia de “otros
fallecimientos en personas que han estado en seguimiento, causados
por tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de
miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas”.
En
contraposición, un Observatorio de Covid-19 de la Sociedad Civil
alerta sobre que al menos hay más de 780 casos sospechosos y más de
80 muertos por dicha enfermedad.
Los
exministros de Salud de Nicaragua enviaron esta semana una carta a la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) en la que señalan al Gobierno de
“manipular la información sanitaria para negar o disminuir
artificialmente el número de casos y de muertes por causa de la
pandemia. A la fecha, hay una considerable cantidad de profesionales
contagiados en las unidades de salud, debilitando las condiciones
para la atención a quienes la necesitan; y hay personal despedido
por sospechas de haber informado con transparencia a las familias”.
También, un grupo de más de 450 profesionales de la salud le exigió
al Gobierno más acciones de mitigación frente al “inicio del
ascenso de la curva de casos graves”.