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Noticias - 02 Feb 2021

CID-Gallup: nicaragüenses creen que 'elecciones libres son importantes para el bienestar familiar'

Un 62% de los encuestados no tienen preferencia partidaria, pero quieren ir a votar. Cristiana Chamorro y Félix Maradiaga son los candidatos opositores que mayor simpatía causan, según la encuesta. Mientras que el régimen Ortega-Murillo mantiene una base reducida de simpatizantes en un 25%

CINCO

A pesar de que el panorama electoral es incierto, un 65% de la población está dispuesta a participar en los próximos comicios electorales de este año, considerados claves para la resolución o el alargamiento de la crisis sociopolítica. La última encuesta de la firma costarricense CID-Gallup revela que la idea de ir a las urnas atrae a dos terceras partes del electorado, aunque la mayoría, un 62%, no simpatiza con ningún partido político y se declaran independientes.
La ausencia de reformas electorales y de una oposición unificada no impide que los nicaragüenses deseen ejercer su derecho al voto en unos comicios cuyas reglas no están del todo claras. Los nicaragüenses opinan que “las elecciones libres son importantes para el bienestar de la familia”, detalla CID Gallup.

Sin embargo, el 62% de la población no tiene preferencia partidaria. Los llamados “sin partidos” ya han demostrado su rechazo en pasadas encuestas. Si surge alguna propuesta que los convenza, su decisión podría ser determinante en las elecciones previstas para noviembre de 2021. Pero la incertidumbre que rodea a las elecciones es considerable, ya que el régimen Ortega-Murillo no ha mostrado voluntad política para realizar una profunda reforma electoral que dote al proceso de estándares de credibilidad.

En cambio, la pareja presidencial ha reafirmado su postura dictatorial al anular la competencia electoral a través de la ley de “defensa de los derechos del pueblo a la independencia, soberanía y autodeterminación para la paz”. La normativa prohíbe de antemano las candidaturas que el régimen considera “golpistas”, o que aplauden las “sanciones internacionales”, impuestas a funcionarios del gobierno por graves violaciones a los derechos humanos.


Los “candidatos” favoritos de la oposición

Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios y del mártir de las libertades públicas Pedro Joaquín Chamorro, es considera por los nicaragüenses como una de las figuras políticas favoritas para encabezar una formula presidencial opositora.

Con un 13.3% de afinidad, Chamorro encabeza la lista de “candidatos con mayor probabilidad de ganar”. Le sigue Félix Maradiaga (10.3%), Juan Sebastián Chamorro (9.7%) y Medardo Mairena (7.8%). Un 39.5% de los encuestados no respondió a este apartado.

En los sectores jóvenes la lista varía. El segmento poblacional de 16 a 24 años tiene como favorito a Maradiaga (12.8%), seguido por Medardo Mairena (12.5%), Cristiana Chamorro (10.9%) y Juan Sebastián Chamorro (9%).
Cristiana Chamorro ha reafirmado su disposición de someterse a un proceso de selección con el fin de elegir a un candidato unificado. Este martes Chamorro publicó una columna en el Diario La Prensa en la que deja entrever que una encuesta amplia podría ser la vía para escoger al candidato.

Chamorro no pertenece a ningún movimiento ni partido político, pero ha dicho que no dudaría en reunirse con todos los sectores opositores para consolidar un bloque único. Fue directora de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, organización que trabaja temas de libertad de prensa y expresión.

Por su parte, Maradiaga es integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), agrupación que reúne a más de un centenar de movimientos políticos y sociales. Fue director del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), clausurado por el régimen de Ortega tras la cancelación de su personería jurídica en 2018. Estuvo exiliado tras un proceso que el Ministerio Público inició en su contra, donde se le acusó de “terrorismo”. Volvió al país en 2019.

62% sin partido político


Los “sin partidos” siguen siendo mayoría. Este sector no tiene preferencia hacia ninguna de las agrupaciones políticas que existen actualmente. La cifra está compuesta por una mayoría de mujeres, residentes de Managua y con estudios primarios y secundarios.

Ante la pregunta “¿cuál es su partido político preferido?”, un 62% de los encuestados respondió “ninguno”. El FSLN, por su parte, cuenta con una base del 25%, la UNAB (4%), CxL (3%), PLC (2%), Otros (1%). En total la oposición suma un 9% de preferencia.

En el país todavía no se han concretado los “esfuerzos de unidad” que piden diferentes sectores de la sociedad civil. Actualmente hay dos bloques que, de continuar así, podrían dividir el voto. Por una parte, está la Alianza Ciudadana (conformada por la Alianza Cívica y el partido CxL) y por otra la Coalición Nacional.

El académico Carlos Tünnermann y el empresario radial Fabio Gadea anunciaron a finales de enero la creación de una Comisión de Buena Voluntad, cuya misión es consolidar “una unidad opositora”.

La base del FSLN se mantiene “reducida”


Según la encuesta, el FSLN cuenta con una base del 25%, dos puntos porcentuales más en comparación a los resultados de la anterior realizada en junio de 2020. Este apoyo está compuesto por “personas mayores de 40 años o más, y con al menos un año de estudios secundarios aprobados”.

La opinión de la gestión de Ortega tampoco es favorable. Los resultados arrojan que predominan las respuestas negativas en los sectores más afectados por la crisis económica. “Lo tienden a calificar proporcionalmente más positivo los residentes de Managua, así como simpatizantes del FSLN”, perfila CID Gallup. El 15% califica su gestión como “muy bien”, “bien” (22%), “regular” (21%), “mal” (17%), “muy mal” (25%).

La encuesta fue realizada a 1,200 personas, entre el 10 al 25 de enero, mediante telefonía celular. Cuenta con un margen de error de ± 2.3 punto.

Fuera del tema electoral, uno de los mayores “problemas” para los nicaragüenses sigue siendo el desempleo. El 36% cree que es lo más apremiante, seguido por la corrupción en el Gobierno (16%), la situación política (11%) y la inseguridad ciudadana (10%). El cuestionario se enmarca en un contexto donde la ciudadanía resiente la crisis económica provocada por la respuesta represiva del Gobierno ante las protestas de abril de 218 y agudizada por la pandemia de covid-19. Datos del Banco Mundial estiman que la pobreza aumentó un 15.1% en 2020.