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Noticias - 11 Jul 2020

CARAVANA DE NICAS QUE SALIÓ DE GUATEMALA POR LA COVID-19 ESTÁ VARADA EN HONDURAS

Migración hondureña les exige un salvoconducto humanitario firmado por embajada de Nicaragua en Guatemala para dejarlos pasar, pero embajadora de Ortega se niega a extenderlo. Los 44 migrantes varados en el paso fronterizo de Corinto no tienen para costear prueba de Coronavirus que exige el régimen Ortega-Murillo

Por Cinco

El gerente de una pequeña gasolinera ubicada en el paso fronterizo de Corinto, entre Guatemala y Honduras, se apiadó de los 44 nicaragüenses. Le permitió a la caravana de migrantes acomodarse bajo un pequeño alero del establecimiento para pasar la noche, ya que han quedado varados este miércoles: Las autoridades migratorias catrachas les impidieron el paso hacia Nicaragua a estas personas, bajo el argumento de que necesitan una carta oficial de la embajada nicaragüense en Guatemala, que certifique que este desplazamiento es con fines humanitarios en medio de la pandemia de Covid-19.

Pero la embajadora del gobierno de Daniel Ortega en Ciudad de Guatemala, la diplomática Liliam Méndez, ha ignorado las reiteradas peticiones de estos nicaragüenses quienes desean retornar a casa porque se quedaron sin trabajo en el extranjero debido a la crisis sanitaria impuesta por la epidemia de Coronavirus.

La caravana de 44 personas partió este miércoles de Ciudad de Guatemala, y su paso fue interrumpido en la frontera de Corinto el mismo día, en el filo de la frontera hondureña. Entre los nicaragüenses hay una mujer embarazada, una menor, mujeres mayores y obreros desesperados. Todos están sin mucha plata en los bolsillos que les permita soportar muchos días varados. Las arcas personales de todos ellos vienen mermadas tras semanas sin ingresos. 
 
Sayra Laguna Zúñiga, atleta nicaragüense e integrante de la caravana, relató a CINCO que nadie presenta síntomas de Covid-19, pero que ellos no pueden costear la prueba que exige el gobierno de Ortega para dejarlos ingresar a territorio nacional. Estos migrantes creen que es responsabilidad del gobierno sandinista realizarles las pruebas de Coronavirus, dado la naturaleza humanitaria de su desplazamiento. Pero, según Laguna Zúñiga, lo único que han obtenido solo son “malas contestaciones” de la embajadora nica en Guatemala.
 
“Dos únicas veces logré hablar con la embajadora. Ella me contestó de manera déspota y vulgar. Horrible”, dijo Laguna Zúñiga a CINCO.
 
No es la primera vez que el régimen Ortega-Murillo impone restricciones a los migrantes económicos que regresan a Nicaragua agobiados por la crisis económica provocada por la pandemia. Los nicaragüenses en Corinto esperan que el gobierno no tarde mucho “en ponerse la mano en la conciencia”.
 
La joven atleta, quien lleva semanas viajando por tierra desde California, Estados Unidos, donde trabajaba, ha asumido la vocería de esta pequeña caravana. Desde esa gasolinera en la frontera de Corinto, donde pasarán su primera noche varados, cuenta la situación que atraviesan.
 
¿Hasta dónde lograron llegar hoy que salieron de Guatemala?
 
Los 44 integrantes de esta caravana, en la que hay mujeres de tercera edad, una embarazada y una niña, salimos de la Ciudad de Guatemala hasta la frontera de Corinto Entre Guatemala y Honduras. Nos estamos moviendo. No tuvimos problemas con la salida de Guatemala, pero en Honduras sí tenemos problemas. Las autoridades migratorias hondureñas están cerradas de que quieren una carta y una lista de las personas que vamos en la caravana sellada por la embajada de Nicaragua en Guatemala. Pero en reiteradas ocasiones, varios hemos hablado con nuestra embajada, pero nos han dicho que no hay tal viaje humanitario. Lo raro es que de Guatemala salió antes un viaje con gente de la élite de la embajada. Amigos y cercanos a la embajadora. Los mandaron en avión.

¿Qué los empuja a dejar Guatemala y volver a Nicaragua tras ya varios meses de pandemia?
 
Por el factor económico. En Guatemala es más caro que en Nicaragua. La renta, la comida, todo… Por el bolsillo, por eso decidimos hacer esta travesía. Todos en esta caravana estábamos desempleados a causa de la pandemia. No teníamos fuente de ingresos. Así que muchos estaban dependiendo de remesas, de ayudas de amigos y otras personas. Es duro. Decimelo a mí.
 
¿Cuál es tu caso en particular?
 
Vengo en travesía desde California, Estados Unidos. Pasé México en furgones, camiones… y acabé acá en esta frontera. Como no hay avión… me vine por lo económico y porque la salud de mi padre y mi abuela está mal en Nicaragua. Igual, en Estados Unidos la renta era carísima. Llegué a Guatemala hace casi un mes.
 
Vos decís que han tenido contactos con la embajada de Nicaragua en Guatemala. ¿Qué respuestas les han dado?
 
A veces no nos contestan, porque ya se saben los números. Es que llamamos a cada rato. Dos únicas veces logré hablar con la embajadora. Ella me contestó, para serte honesta, de manera déspota y vulgar. Horrible. No parece una nicaragüense. El puesto que tiene lo usa para sacar pecho, pero no tiene la calidad humana ni como profesional, porque yo no terminaba de hablar cuando me refutaba de una forma muy agresiva. No soy contestona, pero no me quedo con la mala contestación. Le contesté fuerte y le dije que no era la manera correcta de tratarnos. Ella depende de nosotros, porque sin nicaragüenses en Guatemala, ella no tuviera trabajo.
 
¿Algunos de las personas que vienen en esa caravana tienes síntomas de Covid-19, porque ese es uno de los principales argumentos para impedir que regresen a casa?
 
Ninguno. Si nos han hecho chequeos, pero no tenemos para costear las pruebas. La verdad es que estamos indignados e impotentes. Pero no estamos tristes. Estamos motivados y positivos, y lo digo así para darle ánimos a todos los que estamos aquí varados. Que estemos en un mismo son y así poder darnos apoyo entre nosotros. He tratado de apoyarlo en lo que está en mi capacidad. Quizás por mi disciplina en el deporte siempre pienso en equipo, así que nos movemos juntos. Pero el gobierno de Nicaragua tiene que ponerse la mano en la conciencia. Aparte de que mucho daño ha hecho desde abril de 2018, sigue todavía molestando. Siendo tan inhumanos, tan dictatoriales… no tengo ni qué decir. Realmente, te da una impotencia que no podés hacer nada. Todo el sistema de ellos está monopolizado. Así como nos han tratado a nosotros en una embajada, nos han tratado en Nicaragua en hospitales y un sinnúmero de lugares.
 
¿Dónde van a pasar la noche de este miércoles y las que vienen mientras estén varados entre Guatemala y Honduras?

Ahorita estamos varados en una gasolinera. En una tiendita que el señor, el gerente, como buena persona nos permitió un lugarcito para que el terreno no nos afecte. Nos vamos a comunicar con un sacerdote que, probablemente, nos dé albergue para no quedarnos en la calle. Lo que pasa es que el contagio de Covid-19 en esta zona es alto, y ellos quieren evitar que nos contagiemos. No es que no nos quieran dar espacio.