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Por Adrián Uriarte. Después de que los órganos oficiales del gobierno no pudieron restarles credibilidad a EL NUEVO DIARIO y La Prensa, principales líderes de opinión en Nicaragua, a partir de enero de 2010, el gobierno ha reorientado su estrategia hacia los espacios de opinión para alcanzar este fin. Se trata de una ofensiva mediática bajo la lógica de monopolizar dichos espacios, para ganar terreno en la opinión pública, aprovechando los espacios críticos. Una estrategia que ha ido en detrimento de la credibilidad de estos mismos espacios televisivos.